LLEGARÁ UN DÍA EN QUE…

LLEGARÁ UN DÍA EN QUE…

 Llegará un día en que nos daremos cuenta de que nos han convertido en altavoces que propagan los bulos que otros quieren que creamos.

Llegará un día en que dejaremos de enviar las noticias no contrastadas que nos llegan por la red.

Llegará un día en que hablaremos sólo con nuestras propias palabras.

Llegará un día en que las noticias que nos interesen no serán las que interesan a los que ostentan el poder.

Llegará un día en que la historia sólo contendrá lo que nosotros hayamos visto y será «nuestra historia».

Llegará un día en que lo importante pasará por delante de lo urgente y podremos respirar con libertad.

Llegará un día en que los doctores en medicina caerán de su pedestal y se convertirán en personas normales.

Llegará un día en que dejemos de creer en la enfermedad y comprendamos que sólo hay decisiones convenientes e inconvenientes.

Llegará un día en que no tendremos miedo de vivir y dejaremos a un lado todas las amenazas de que van a recortar en sanidad, en educación, en cultura…

Llegará un día en que comprendamos que no necesitamos más de la mitad de lo que nos venden y todo mejorará.

Llegará un día en que nosotros seremos los que recortemos en nuestros gastos y el mundo de los poderosos temblará.

Llegará un día en que seremos felices con una conversación agradable o con una lectura inteligente y el mundo de los que nos venden felicidad se vendrá abajo.

Llegará un día en que tomaremos nuestras propias decisiones y los prestamistas, banqueros, usureros y demás se quedarán con las manos llenas de dinero y sin saber qué hacer.

Llegará un día en que descubriremos que la cultura del saber por el saber no es nada y las palabras vacías morirán.

Llegará un día en que retornaremos a la cultura del pueblo y se nos abrirá el universo del saber verdadero, del que se construyó día a día, no a golpe de publicidad.

Llegará un día en que el único regalo será tenernos sólo a nosotros mismos, inmensa riqueza formada por todos aquellos que amamos de veras.

Llegará un día en que amaremos a la vida por encima de todo y el “amar a Dios por encima de todas las cosas” carecerá de sentido.

Llegará un día en que nos contemplaremos y sabremos qué es superfluo y qué es real.

Llegará un día en que dejaremos de creer incluso en las palabras que pronunciamos, si no brotan directamente del alma.

Llegará un día en que simplemente dejaremos de creer y empezaremos a conocer, y entonces los que proclaman que están en posesión de la verdad quedarán desnudos de sus ropajes.

Llegará un día en que a fuerza de haber sufrido, de haber sido engañados día tras día, abriremos y los ojos y despertaremos, porque quizás es el único camino que tenemos para salir de este mundo y crear otro nuevo.

 ¡Casi me atrevería a jurarlo! Si es que somos capaces de «abrir los ojos y despertar».

 

Albert Salvadó


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