Dicen que México ha perdido a Carlos Fuentes, un escritor de los que hay pocos.

¡Es mentira!

México no ha perdido a Carlos Fuentes, sino que ha ganado 83 años de presencia de alguien que era capaz de transformar el pensamiento en palabra y la palabra en sentimiento. Por esa razón, México no ha perdido, sino que ha ganado y nadie podrá arrebatárselo jamás.

¿Qué puedes decir cuando alguien que inicia el largo viaje deja tras de él todo un universo de pensamientos? Que bendito sea por haber nacido, por haver vivido y por haber escrito, porque ahora ha entrado, definitivamente, en el Olimpo de los creadores.

Un escritor jamás muere. Su obra le sobrevive y se adentra en el futuro para convertirse en eterna.

Nuestra mayor gratitud, porque un verdadero escritor lo da todo y, con ello, su vida entera.
Tan sólo se fue su cuerpo. Su alma sigue presente en cada libro, en cada capítulo, en cada página, en cada palabra, en cada coma, en cada punto…

¡Vida eterna a Carlos Fuentes!