¿QUIERES VIVIR?

Basta, por favor. Nos dicen constantemente que hay que luchar contra la enfermedad. Esta obra le da la vuelta a la tortilla. No hay que luchar contra nada ni nadie, sino a favor de la vida. Ella no se equivoca nunca. Somos nosotros, los que no sabemos interpretar sus decisiones. La vida puede hacerlo todo, incluso lo que parece imposible. Así que no te engañen, porque la palabra imposible no existe. Sólo sirve para ocupar un lugar en el diccionario. Y esta historia es una prueba de ello.

Todo lo que aquí hay escrito son hechos reales, hasta la última palabra. Doy fe de ello.

Pero aquí, por encima de todo, hallarás un alegato en favor de la libertad en toda su dimensión. Incluso la de vivir o de morir, que parece que no se respeta demasiado. Por el contrario, un gran número de médicos aprenden todos los argumentos que se apoyan en el miedo, porque así les resulta fácil dominar a quien padece una enfermedad. Curiosamente, esto es también aplicable en otros ámbitos, porque sucede lo mismo con las religiones o la política. Todos ellos olvidan que quien tienen delante es persona antes que paciente, feligrés o ciudadano. «Yo sé y tú te callas, que eres ignorante”, argumentan.

La verdad absoluta es inalcanzable y, sin embargo, está en todas partes. La mentira nace cuando nos convencen de que tenemos que luchar contra la enfermedad, contra el cáncer; si hablamos de religión la lucha es contra el diablo; y si estamos en política, es contra el comunismo, el capitalismo o el socialismo o la derecha o la izquierda.

Depende del color político de quien habla. A partir de aquí el engaño crece hasta extremos insospechados.

¡Pues bien! Se acabó. El cáncer no mata; mata la ignorancia. Y el conocimiento es vida.
Así de claro.

Te lo dice alguien que sigue vivo, que no es poca cosa. Y, si no te lo crees, lee y, cuando acabes, deberás responder una pregunta.