En vista de las peticiones de la receta tras la lectura de mi cuento “El misterio de lla servilleta”, he decidido revelar el “misterio de la receta del pollo”. Es muy simple y, sin embargo, puede formar parte del menú más exquisito que existe.

Tomad nota:

Se hace al horno.

Ingredientes:

1.- Dos muslitos de pollo por persona (más si son tragones). No recomiendo pechugas, aunque puede que no queden mal si se cocinan despacio.

2.- Sal, de mar si es posible.

3.- Pimienta negra. En grano para molerla en directo sobre los muslitos.

4.- Aceite del mejor que se tenga.

5.- Hierbas diversas (romero, eneldo, albahaca y tomillo). Puede faltar una de ellas, pero nunca el tomillo.

6.- Limón.

7.- Una copa de Pedro Ximénez (los hay de muchas marcas). Uno de cierta calidad y, si es viejo, mejor. Pero que sea “PEDRO XIMÉNEZ”. ¿Queda claro?

Procedimiento:

1.- Precalentad el horno a 180ºC

2.- Preparad una bandeja de vidrio (Pírex o similar) que hay que cubrir con papel de horno. Luego queda limpia y no hay que rascar como locas.

3.- Poned sobre el papel los muslitos.

4.- Salad, pimentad. En este orden. No en otro.

5.- Regad con aceite. Regar no significa ahogar.

6.- Mezclad las hierbas procurando que queden como si fueses poco más que polvo. Echadlas por encima del pollo.

7.- Exprimid limón por encima del pollo ya preparado. No os paséis. El toque es para que coja el aroma no para que nos comamos un limonero.

8.- Cambiad el horno para que quede en marcha la parte superior. Tanto da si es con ventilador o sin ventilador. Lo importante es que esté en marcha la zona del gratinador.

9.- Situad la bandeja en el horno a media altura. No demasiado arriba porque se tostará y no se hará correctamente.

10.- Dejad que se haga, dadle un par de vueltas (se necesitarán en total entre 25 y 30 minutos). La piel tiene que casi hacer crec-crec.

11.- Abrid el horno, regad el pollo (que ya estará casi tostado) con la copa de Pedro Ximénez.

12.- Dejadlo unos cinco minutos más para que se reduzca. Queda de un color tostado impresionante.

Y ya lo podéis retirar y servir.

Si lo habéis hecho correctamente, la cocinera o el cocinero saldrá en hombros. ¡Palabra de honor!